
Iglesia Puerta de Bendición
Para Dios el matrimonio es la extensión de su propia naturaleza: Génesis 1:27.
La plenitud de alegría, paz, abundancia y grandeza de Dios fue extendida a la raza humana a través de la primera pareja que Él creó.
Si ellos hubiesen acatado los principios pre-establecidos por Dios, no habrían tenido necesidad de haber pasado por tantas dificultades tales como: dolor, enfermedad, miseria, tristezas, desdichas, desengaños, etc.
Aunque Dios había preparado cuidadosamente el lugar donde esta pareja moraría con el resto de su descendencia y se había encargado de tener en cuenta hasta el más mínimo detalle para que ellos fuesen eternamente felices, hubo un solo aspecto donde Dios no quiso intervenir; la voluntad que ÉL le había entregado al ser humano.
Ésta vendría a ser la herencia que les confiaba a ellos, para que la administrasen como mejor les pareciera. Podemos decir que el principio fundamental de la felicidad conyugal quedó sujeto a la obediencia que la pareja le diera a la Palabra de Dios.
Aunque la pareja no sea experta en los temas que tienen que ver con la relación conyugal, las finanzas dentro del matrimonio, la educación de los hijos, etc. con el simple hecho de obedecer lo que Dios dice.
Él los guiará a tener el mejor hogar del mundo, porque "el principio de la sabiduría es el temor a Dios".
Es importante comprender la intención de Dios de redimir matrimonios y familias, restaurarlos a su plan original, para que nuestro entendimiento se ajuste al propósito divino de vivir eficazmente dentro de las relaciones que Dios ha ordenado a los hogares.
Es fundamental que cada matrimonio entienda que el perdón es fundamental, pero que para que éste se dé, se requiere de un arrepentimiento genuino para que pueda venir la restauración. Uno de los problemas más habituales de muchos matrimonios es que el cónyuge está pecando en algún sentido, trata de hacer creer a la otra persona que ella es quién falló.
Y si se llega a poner punto final al matrimonio, quién actuó inocentemente se queda cargado de culpabilidad, creyendo ser la causa de la destrucción del hogar.
La Biblia nos recuerda continuamente que cada cual es responsable de sus propios actos, y que nadie debe llevar las culpas ajenas. Cuando un hogar se mueve en la dimensión del perdón va a ser un hogar completamente restaurado y feliz.
La Biblia nos recuerda continuamente que cada cual es responsable de sus propios actos, y que nadie debe llevar las culpas ajenas. Cuando un hogar se mueve en la dimensión del perdón va a ser un hogar completamente restaurado y feliz.
Somos concientes de que todos ofendemos con palabras y que sólo alcanzaremos la madurez
cuando controlemos nuestra boca. Como dijimos antes: no existen hogares perfectos, pero sí hogares restaurados.
cuando controlemos nuestra boca. Como dijimos antes: no existen hogares perfectos, pero sí hogares restaurados.
La PALABRA CLAVE para ser feliz es el PERDON.
DIOS TE BENDIGA
DIOS TE BENDIGA
Comentarios
Publicar un comentario