
Iglesia Pentecostal Puerta de Bendicion.
Hace dos mil años que nació el Salvador del mundo.
Su venida fue un evento histórico de tal magnitud que el mundo moderno inició su calendario el año de su nacimiento.
No solo fue este evento importante porque ningún hombre como el había existido, lleno de Poder, Sabiduría y Amor, sino porque El era el Hijo de Dios, el Mesías esperado, el Redentor, el Ungido de Dios.
Su venida al mundo atrajo seguidores quienes son aquellos destinados a ser salvados. Para los humildes, los pobres y los marginalizados, Jesús es el hombre.
Gentes de todos los caminos de la vida son invitados a seguir a Jesús en su camino a nuestra casa celestial.
Cuando recordamos la venida de Nuestro Señor en la estación de Adviento o Navidad, estamos celebrando nuestra liberación de la esclavitud del pecado, puesto que Jesús es Nuestro Salvador.
También celebramos su futura venida en Gloria como El lo ha prometido.
El día de Navidad es el día del cumpleaños de Nuestro Señor Jesucristo, un día para alabar a Dios por haber amado tanto al mundo que le dio su Único Hijo engendrado para que todo el que crea en El sea salvado [Juan 3:16]
El día de Navidad es realmente un "día santo, un festival religioso" desafortunadamente el mundo lo ha reemplazado por un día de fiesta del mundo.
Deberíamos de recolectarnos especialmente durante los días de Navidad y celebrar el regalo que hemos recibido agradeciéndole a Dios por el regalo de Su Hijo, amándonos los unos a los otros y compartiendo nuestra caridad con los demás.
Algunos podrían insistir que está muy tarde para cambiar la tradición, puede ser. Para donde va este mundo? Estamos olvidándonos de dar a Dios lo que es de Dios porque estamos tan contentos haciendo cosas para nosotros.
Mucha gente por todo el mundo se ha olvidado del verdadero significado de la Navidad por causa de nuevas tradiciones. El Nacimiento de Cristo ha sido reemplazado por la Nueva Navidad, celebraciones paganas que no tienen que ver nada con el Señor.
Incluyamos a Jesús en nuestras vidas siempre y descubramos para que hemos sido creados. Démosle gracias a Dios por haber enviado a su Hijo a salvarnos, celebremos no solamente su Nacimiento sino también su muerte la cual nos salva verdaderamente de la muerte del pecado. Meditemos la venida del Salvador del mundo y vivamos para siempre.
Hagamos cada día de nuestras vidas una verdadera Navidad donde Jesús nace no en una cueva fría de Belén sino en nuestro corazón. Démosle la bienvenida y amémosle con todo nuestro corazón, con toda nuestra mente y con toda nuestra fortaleza.
Dejemos que Cristo nazca de nuevo en nuestra vida y nazcamos de nuevo a la vida eterna.
Jesús te ama.
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