LA VERDAD OS HARA LIBRES

Por Mary Paula

Dijo JESUS a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos;

Y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres.

Y ellos respondieron no somos ni jamás hemos sido esclavos de nadie;
Entonces JESUS respondió: De cierto de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado.

Y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo si queda para siempre.
Así que si el hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.

Juan 8, 31-36

Estad, firmes en la libertad con que cristo nos hizo libres; y no estéis sujetos al yugo que es la esclavitud.

Gálatas 5, 1

Dios es bueno y quiere que estemos con Él como participantes de la naturaleza divina. Pero para estar en su presencia, debemos llegar a ser puros por medio de la muerte de nuestra naturaleza. Si alguien quiere se su discípulo, tiene que negarse a si mismo y llevar su cruz cada día y seguir adelante.

Usted sigue a Jesús al escuchar su palabra en su corazón, oírlo a Él, y obedecerle es lo mejor que un ser humano debe hacer para que en la vida todo le salga bien.

¿De qué otra manera puede usted seguir a Jesús? No puede seguirlo al leer la Biblia.

Él sólo puede guiarlo con instrucciones adaptadas a sus circunstancias individuales. Para ser guiado usted debe estar en silencio con humildad para escuchar, entonces usted debe esperar para oírle, y después debe obedecerle.

Jesús nos dice: que debemos tomar nuestra cruz y seguirle. La negación propia con obediencia a la voz del Señor es la cruz.

A menos que usted pueda oírle y obedecerle, usted debe hacer lo mejor que pueda para obedecer el centro moral de la ley: no robe, no mienta, no codicie, no cometa adulterio, perdone, haga por otros lo que usted quiere que hagan por usted, etc. Inclinad vuestros oídos y venid a mí; escuchad y obedeced, y vivirá vuestra alma.

Una gran oscuridad ha pervertido la salvación para que sea instantánea, supuestamente accionada por varias formas de ritual, dejándonos cautivos de nuestras naturalezas pecaminosas; confundiendo el reino de Dios, que está dentro suyo y alrededor suyo, el cuan no viene con señales que se puedan observar o con despliegue visible, para ser un cielo después de la muerte; y después otra vez confundiendo el regreso de Cristo con su reino a individuos purificados de sus naturalezas pecaminosas, con un regreso futuro de Cristo de una sola vez a todo el mundo.